Un buen comienzo para una sonrisa saludable. La buena salud dental comienza a edad temprana. La Asociación Mexicana de Ortodoncia recomienda que la primer visita al dentista familiar sea entre los 10 y 14 meses de edad cuando los dientes primarios (de leche) están erupcionando. Esta es generalmente una visita de rutina y solo se hace una revisión, se hacen las recomendaciones a los padres para en cuidado apropiado de los dientes de su bebe y la importancia de una dieta apropiada, para que el bebe tenga unos buenos hábitos dentales y así prevenir cualquier problema futuro. A esta pequeña edad, el patrón de erupción dental ya se puede evaluar y los padres pueden estar informados de los cambios de desarrollo que pudieran ocurrir. Esto da al niño su primera experiencia totalmente positiva y con ello eliminar ese rechazo al dentista que existe desde generaciones pasadas, logrando una actitud amigable y positiva entre el niño y el dentista. Posterior a esa primera experiencia, las visitas siguientes tendrán que ser de manera regular aproximadamente cada 6 meses para poder detectar cualquier problema y así mantener una buena salud dental.
Primer visita con el Ortodoncista
La Asociación Mexicana de Ortodoncia recomienda que se visite al Ortodoncista cuando se haya detectado algún problema facial o dental. Cualquiera que sea la naturaleza del problema, ya sea de desarrollo de los maxilares, problema dental o ambos, la primera visita al Ortodoncista debe ser a temprana edad (2 a 3 años) cuando el niño tenga aún la dentición primaria (dientes de leche). O si ningún problema ha sido evidente se recomienda visitar al Ortodoncista para una revisión de rutina a los 7 años de edad. Es muy importante diferenciar el trabajo de un Odontopediatra y el de un Ortodoncista. El Odontopediatra es el dentista especialista en niños que se encarga de aliviar problemas de caries dental, topicaciones de fluor, extracciones, endodoncias y restauraciones, pero los tratamientos de Ortodoncia y de Ortopedia Dentofacial en niños requiere al Especialista en Ortodoncia, en ocasiones esto se confunde debido a la edad temprana a la que se atienden los pacientes. Esto quizás le sorprenda porque el tratamiento de Ortodoncia usualmente se asocia con adolescentes. Los siguientes signos le podrán alertar si su hijo deberá tener una examinación con el Ortodoncista:
- Pérdida temprana de dientes primarios (de leche).
- Retención tardía de dientes primarios (No se le caen).
- Dificultad al morder.
- Si su hijo respira por la boca (Respiración Bucal).
- Hábitos orales como chuparse el dedo o el labio.
- Dientes chuecos o en mala posición.
- Dientes sin espacio para erupcionar.
- Ruidos al abrir la boca.
- Dificultades al hablar.
- Dientes salidos.
- Los dientes anteriores no hacen contacto al morder.
- Cuando la carita del niño no esta balanceada.
- La mandíbula muy salida.
- El mentón con poca proyección (perfil de pajarito)
- El beneficio de un diagnóstico temprano.
Una examinación temprana ayuda al Ortodoncista a determinar cuando, el problema del niño en particular, debe ser tratado con un máximo de aprovechamiento en el menor tiempo y costo. No todos los casos requieren ser tratados en ese momento, existen problemas que se requieren tratar a una edad más avanzada, pero lo importante es detectarlo a tiempo ya que también existen casos que se deben tratar de inmediato. En muchos pacientes, el tratamiento temprano logra resultados que son imposibles de lograr una vez que haya terminado el desarrollo de la cara y los maxilares. Otra ventaja es que la intervención temprana frecuentemente hace que el tratamiento completo en una edad mayor sea más fácil y en menor tiempo o quizás se evite un tratamiento posterior. Después de evaluar al pequeño o después de ser tratado, el Ortodoncista deberá checar al niño periódicamente mientras que los dientes permanentes hacen erupción y los huesos maxilares continúan con el desarrollo facial. Si su hijo necesitara de atención, su Ortodoncista le recomendará un Tratamiento interceptivo Temprano. El tratamiento interceptivo temprano consiste en intervenir el problema para corregirlo y evitar mayor daño a futuro. Este tipo de tratamiento es favorecido por el crecimiento facial y la erupción dental. El paciente se puede beneficiar se la siguiente manera:
- Se evitaran fracturas o pérdida de dientes demasiado salidos.
- Se evitan desgastes anormales de los dientes.
- Se asegura que el desarrollo de los maxilares sea en armonía.
- Se evitaran extraer dientes permanentes por falta de espacio.
- Se evitará que se marquen aún más los malos hábitos y sus consecuencias.
- El alineamiento de los dientes a edad temprana es más estable.
- Mejora la estética facial y dental y con ello aumenta la autoestima.
- Se evita la formación de complejos psicológicos.
- Mejora la fonación y con ello la dicción.
- La corrección de mordidas cruzadas evita un desarrollo facial con asimetría (carita chueca).
- El manejo apropiado de los dientes primarios (leche) ayudan a la erupción adecuada de los dientes permanentes.
- Tipo de problemas Ortodónticos.
El término técnico correcto para los casos en que los dientes y los maxilares no coinciden adecuadamente es la de “Maloclusión”, comúnmente llamado “mala mordida”. La mayoría de las maloclusiones son de tipo hereditario, pero existen también los adquiridos. Los problemas hereditarios incluyen los dientes chuecos, amontonados o con demasiados espacios causados por una diferencia entre el tamaño de los dientes y el tamaño de los maxilares. También es de origen hereditario los patrones faciales por ejemplo: la mandíbula muy salida o la poca proyección del mentón, entre otros. Las maloclusiones adquiridas son causadas por diversos factores entre los que se encuentran: hábitos de chuparse el dedo, mala posición de la lengua, obstrucción respiratoria nasal, caries dental, perdida prematura o tardía de los dientes primarios (leche). Cualquiera que sea el caso, hereditario o adquirido, afectan no solo el alineamiento de los dientes sino también la apariencia facial.
La importancia del tratamiento
Todos los padres desean que su hijo tenga una bonita y saludable sonrisa. La meta del Ortodoncista es lograr esa hermosa sonrisa con una apropiada función y salud. Las maloclusiones que no son tratadas pueden contribuir a condiciones que causen caries dental, problemas de las encías, mal aliento, pérdida de dientes, respiración bucal y problemas de la articulación de la mandíbula. Además también se pueden desarrollar problemas como dificultades al hablar, salud general inestable y baja autoestima. La auto-confianza del niño siempre se incrementa cuando goza una buena sonrisa. Este impacto inconsciente también se da en el entorno del niño: los padres, maestros y otros niños. El éxito del tratamiento puede lograr en el niño una personalidad exitosa en todos los aspectos de su vida. Por ello el valor de una bella y saludable sonrisa no debe ser subestimada.
¿Cómo es el tratamiento?
Todos los tratamientos tempranos se dividen en 3 fases: FASE I: Es la FASE ORTOPÉDICA inicial, en la cual se corrigen los problemas de crecimiento esqueletal y musculares, para armonizar las estructuras faciales y facilitar la erupción correcta de los dientes permanentes. Tiene una duración aproximada de 12 meses, pero no se considera terminado el tratamiento en esta fase. FASE DE OBSERVACIÓN: Posteriormente a la fase Ortopédica se realiza un periodo de visitas de observación cada 4 meses para revisar las erupciones de los dientes permanentes y verificar que los resultados obtenidos en la fase I se mantengan. FASE II: Es la FASE ORTODONCICA final, en la cual se colocan brackets, si es necesario, y se corrigen los detalles finales del tratamiento. Esta etapa se inicia al terminar de erupcionar los dientes permanentes y esta etapa no se incluye en el costo del tratamiento temprano. Es muy variable de paciente a paciente, pero en caso de necesitarlo esta fase será simple y de muy corto tiempo.